viernes, 29 de agosto de 2014
miércoles, 19 de octubre de 2011
Qué me pasó?
sábado, 12 de marzo de 2011
Miradas
Hay ocasiones en que la calle se llena de miradas: las que buscan una dirección, las que esperan que aparezca la micro pues ya se hizo tarde, las que te confirman si le achuntaste con no sacar la parka del clóset o las que simplemente se preocupan del vuelo de los pájaros. Pero existen unas miradas que poseen algo de oscuridad, de privacidad, que buscan la confusión del día para poder surgir y llegar a la persona adecuada (o la que apareció de repente, lo que ocurre más). Todas tienen algo de deseo, de poder ver lo que se desea desde lo más profundo de las sábanas y de los sueños recurrentes, aunque pueden variar en su tonalidad: simplemente una lujuria constante con ausencia de meditación alguna, o un miedo acompañado de autorechazo, de desear que no surigieran esas ganas de mirar así; las que aún buscan el amor dentro de un ambiente más que torcido y oscuro, o las que intentan recordar si lo han visto alguna vez, ya sea sólo por algún chat o en alguna disco; las que inocentemente se encuentran con otra mirada o las que directamente buscan que eso ocurra.
Muchas veces he recibido ese tipo de miradas y, por qué no decirlo, también las he hecho, aprovechando el mercado que siempre está disponible en nuestras calles, complementando así lo que los mismos medios nos otorgan para el regocijo visual o ya onírico. Y logras decir cuántas cosas con este gesto, más allá de un simple "hola": una presentación formal, una invitación a tomar algo o a conversar, o directamente se puede lograr hasta un buen momento de sexo tapado por cortinas oscuras, donde el sol no es bienvenido y la conversación posterior sobra... sólo es ocupar más tiempo.
Podría decir que hasta cada una es distinta, como asociada a su huella digital o a su ADN, pero todas buscan lo mismo, ya sea en distinto grado, y todas se adornan del mismo miedo que logro percibir. Un miedo reciente o ya asumido, o uno oculto, reprimido que igual logra salir de vez en cuando y provoca así noches de incertidumbre, cuestionamientos y lágrimas. Al final, todas coinciden en ese miedo, aunque sea inconsiente, de ser pilladas, de que en verdad existen, porque toda nacen de ese mundo que aún es ajeno al "común y corriente" y al parecer no quieren ser parte de él, quieren mantenerse en su planeta, en su código de honor, en su oscuridad.
domingo, 23 de enero de 2011
Tu recuerdo
lunes, 20 de septiembre de 2010
Frases para guardar... y para después crear algo definitivo
Tus ojos intentando ver mi corazón, tu boca buscando atrapar mis suspiros, tus manos moldeando mi alma, tu calor invadiendo mi frío, tu deseo jugando con el mío...
Has llegado con tu piel a cubrir la soledad invasora, cálido calor que derrite ese hielo. Tu aroma: aniquilador de la maldición autoimpuesta. TE AMO.
domingo, 9 de mayo de 2010
Mi primer año de vida
Siento que todavía no corto mi cordón umbilical. Como que no lo quiero hacer. No por arrepentimiento a estar fuera. Sí por no dejar mi vientre de lado. ¿No puedo estar en ambos?
Esta vez fui yo quien decidió nacer y no me arrepiento, pero nunca pensé en las dificultades, temores y contradicciones propias de esta decisión en mi persona. Cuántos miedos han surgido de mi mente y mi corazón desde que nací, y al parecer seguirán conmigo los mismos y otros nuevos por toda mi vida. Todos se han tatuado en mi alma y ninguna cirugía las podrá borrar. Todos los días me duermo y despierto pensando en lo que hice y haré en mi nueva jornada de vida, cómo remendar los errores y cómo llegar a mis objetivos. Muchas veces me desilusiono (sí, ya me ha pasado) y quiero mandar todo a la cresta, pero de alguna manera me llega desde alguna parte un aliento, un empujoncito en forma de mi versión de hace 6 u 8 años con una sonrisa, un abrazo o un beso, o un "gracias, profe"...
Yo quise ser profe y por primera vez entiendo los que me decían que no lo fuera, pero también reafirmo el porqué quise serlo. Lo seré por toda mi vida. Por toda.
Es el primer cumpleaños que no celebro... pasó desapercibido para mí... y la verdad es que lo quiero festejar. Y aún falta el bautizo que pretendo celebrarlo con bombos y platillos. Estás invitada(o).